Él es fito, fue rescatado por una de nuestras voluntarias, él se encontraba en pésimo estado, tan mal que nuestra voluntaria no ha rescatado otro perrito en condiciones tan malas.
La ayudaron a bañarlo y cortarle el pelito, tenía una capa de pelo pegoteado separado del cuerpo, como un cuero seco. Estaba desnutrido, muy asustado.
Vivía escondido en una casa y le costó un mundo agarrarlo. Estuvo muchos meses en tratamiento y rehabilitación porque no confiaba en nadie, hasta que ella lo adoptó la misma persona que la ayudó a cuidarlo, le dio una vida maravillosa.
Vivió en varias ciudades junto a su humana y el año pasado falleció.