Ella es Pepina. Uno de los casos más difíciles que hemos tenido.
Parió tres veces en la calle, sorteo cientos de intentos de atraparla. Hasta que volvió a parir y con sus hijos «secuestrados» (escondidos con nosotros), logramos hacer que entrara a una casa de donde no salió más.
Se adaptó super bien, jamás intento arrancar o se desesperó, cuidó a sus 11 bebes, ellos enfermaron de distemper y ella sin vacunas ni nada no se enfermo.
Se fueron uno a uno sus perritos y pasaron los años en donde a pesar de estar muy a gusto nunca se dejó acariciar ni tocar, salvo muy pocas ocaciones y muy al final de su estadía de 4 años en un hogar temporal.
¿Quien la iba a querer así? Y sí había alguien: sus humanos llegaron en el momento preciso, y ahora allá está la vieja, con sus hermanitos perros y sus tres humanos favoritos.